Detrás de un arbusto surge un rugido asustador, a lo lejos se ven altos cuellos que se deleitan en las copas de los árboles y, de repente, un canguro surge dando saltos. Podría tratarse de un momento en la sabana africana. Pero no. Esto es lo que le reserva Badoca Park, en pleno Alentejo.
No deje pasar la oportunidad y provéase de cámara fotográfica. Ponga rumbo a la finca Herdade da Badoca, Vila Nova de Santo André, y al llegar, no pierda tiempo. Monte en uno de los varios remolques tirados por tractores, que forman una especie de tren, y esté atento a las explicaciones que se van dando, paso a paso, por un guía.
No se olvide de llevar unos cuantos rollos extra para su fotorreportaje, ya que en Badoca Park sentirá la necesidad de cazar las mejores imágenes de su vida. Fotografíe a los amenazadores tigres, las majestuosas jirafas, los nerviosos canguros, cebras, yacs, búfalos, llamas, ciervos, corzos, avestruces, chimpancés y también otros más familiares como vacas, burros y ovejas.
Tras una hora bien pasada en la selva, vaya al restaurante del parque. En el camino descubrirá una deslumbrante variedad de aves exóticas en una jaula gigante, cuyo piar le acompañará mientras prueba los típicos sabores alentejanos.
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